¿Cómo entiendes tú esta frase?

Hay múltiples interpretaciones… Yo me declino por una. 

A veces, tendemos a dejarnos llevar por las situaciones externas, por las personas que tenemos alrededor, por sus costumbres, por sus gustos, por sus valores y nos olvidamos de lo que realmente queremos hacer nosotros mismos, de nuestros gustos, nuestros valores, nuestras aficiones…Nuestras prioridades. 

A veces no tiene porque ser una persona la que nos hace olvidar de nosotros mismos, puede ser una situación, las distracciones sociales, el entorno en la época estival, los estímulos constantes visuales, estímulos auditivos, y el huir de nosotros mismos.

Este alejarse de uno mismo es lo que yo entiendo en perderse. Alejarse de tu propia presencia, para cuando te das cuenta,  reencontrarte de nuevo contigo mismo. 

Reencontrarse con lo peculiar de tu voluntad, con tu fuerza de voluntad por estar despierto y en contacto con lo más íntimo de tu ser.

Ahora que estamos en las puertas del verano, de la alegría que nos proporciona el sol, el salir, el estar con amigos, el reencontrarnos con el calor de las reuniones sociales después de tantos meses encerrados en casa. Ahora la necesidad es la expansión hacia fuera. En este ir hacia fuera, está el desconectar de nosotros mismos.

Entre el conectarse y desconectarse de uno mismo, podemos visualizarlo como una respiración, necesaria y sana. En equilibrio y con ritmo.

Cuando este ritmo es demasiado polarizado, estamos en desequilibrio. Por ejemplo, las personas que se pierden y no regresan a su centro…. Pasan a tener dependencia de quien o  de lo que les mantiene enraizados. Cuando lo que te mantiene enraizado eres tu mismo, no hace falta que nadie te sostenga. Te sostienes tu mismo con tu centro en pleno equilibrio.

Ya vendrá el otoño que nos apetecerá recogernos, estar más abrigados con nosotros mismos. 

¡ Piérdete para encontrarte !

Si no sabes como hacerlo, te puedo ayudar.

Teresa Talavera

Coach Internacional

Experta en liderazgo & éxito profesional y personal. 

Experta en el restablecimiento de las relaciones profesionales, personales y familiares. 

“En el orden y el respeto reside el éxito, el poder, la fuerza y el equilibrio”. Haz que tu vida brille.